Todo el que tenga un gato sabrá lo mal que se pasa cuando hay que limpiar la cajita de tierra del felino. Ese olor que te sube por la nariz y encima debes soportarlo hasta llegar a la bolsa de la basura. Entonces es cuando el ser humano inventó este maravilloso artefacto (lo más probable es que fuese algún amante de los gatos que tenía varios en casa y debía limpiar más de una cajita de arena al día, o bien, alguien que vió que le podía sacar tajada al asunto).
Su nombre es algo así como "Littlemaid One Step".
Se trata de una cajita que a simple vista parece una impresora con tierra por encima. Una vez que nuestro gatito ha hecho sus necesidades sólo tenemos que darle a una palanca para que se limpie y recoja el regalito que nuestro minino nos ha dejado. Parece más limpia que la caja convencional (ya que para el gato será más difícil sacar la tierra fuera) y seguro que el olor no se expande por la casa, pero no se hasta que punto será problemático ya que las máquinas ya se sabe, a lo mejor se pone en marcha con el gato dentro. ¿Alguien lo tiene y nos pueda contar su experiencia?.
Aquí un ejemplo de como funciona.